TaxNews88 – ¿Cómo afectaría el Pillar Two y el impuesto mínimo global a los países en vías en desarrollo y por qué deben oponerse a este?

El impuesto mínimo global (o como se le conoce en sus siglas en inglés: GMT), esa propuesta, conocida como Pillar Two, la cual pretende gravar las “grandes empresas multinacionales” (MNEs) y que ha sido acordado por casi 140 países, está pronto a entrar en vigencia en el 2025. En este sentido, el GMT pretende establecer una tarifa del quince por ciento (15%), la cual será aplicable a MNEs que cumplan con ciertos parámetros objetivos, tales como: tener un ingreso superior a los 750 millones de euros, tal cual lo establece la Acción 13 de BEPS. ¿Cómo se calculará este impuesto? ¿Es este el fin de los países que utilizan la baja tributación como un medio atractivo para la inversión en ciertos países? Finalmente, ¿beneficiará o perjudicará a los países del mundo?; de ser así, ¿serán los países en vías de desarrollo los más afectados?

En primera instancia, es importante destacar cual es el génesis del GMT. El GMT nace, como una iniciativa, por parte de los países denominado ‘G7’ (Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos de América). Esta iniciativa pretende recuperar parcial o totalmente, los ingresos de empresas multinacionales (MNEs) que han sido trasladados a jurisdicciones de menor tributación. Para esto, se ha establecido la metodología del llamado Pillar Two, a través de GloBE. GloBE, es el nombre oficial de la metodología o arquitectura, que sustentará el cálculo del GMT. El GloBE incluye las reglas de la inclusión de rentas, conocidas por sus siglas en inglés como ’IIR` y las reglas por pagos insuficientemente gravados, conocidas por sus siglas en inglés como ‘UTPR’.

Los cálculos de los parámetros anteriormente citados, se calculan sobre la base imponible, denominada ‘Effective Tax Rate’ o como se le conoce por sus siglas en inglés: ETR. Al respecto, es importante destacar que existen discrepancias con respecto a la implementación, que derivan, precisamente de la falta de uniformidad, que tienen los países, con respecto a sus sistemas contables, para efectos de determinar la renta bruta o la utilidad antes o después de impuestos. En su momento, la Unión Europea trató de crear lo que ellos llamaban el: Common Consolidated Corporate Tax Bsse (CCCTB); no obstante, lo anterior, dicha propuesta naufragó, aun antes de salir de su puerto. Si bien dicha propuesta naufragó, evidenció una necesidad esencial para la implementación del GMT; cual es la consolidación de un sistema contable global.

En este sentido, cabe mencionar que en el tanto no exista una consolidación global de los sistemas contables, la implementación del Pillar Two se verá muy lejana, o al menos esta no será certera en su cálculo. De esta forma, esta incerteza con respecto a las variables contables que inciden en el cálculo del ETR, resultaría en una vulneración a la seguridad jurídica que debe prevalecer en todas las relaciones jurídicas, máxime en aquellas que conllevan acuerdos en Estados. Sin embargo, se prevé que los países desarrollados ejerzan una asfixiante presión sobre los países en vías de desarrollo, para que estos aun sin recursos económicos, procedan a implementar dicha reforma y se vean obligados a modificar su legislación doméstica, para adoptar esta reforma que únicamente beneficia a los países desarrollados.

Los países en vías de desarrollo, o inclusive países que dependen de la inversión extranjera como es el caso de Costa Rica, se verán obligados a ceder o erradicar los beneficios fiscales otorgados a las MNEs, tales como los que derivan del Régimen de Zonas Francas. Lo anterior, conlleva a la gran interrogante, ¿por qué los países en vías de desarrollo ceden de forma tan expedita sin siquiera valorar lo que esto significa? La implementación del Pillar Two, no es otra cosa que un intento por erradicar la competición tributaria, conocida como ‘tax competition’ o la oportunidad, que tienen los Estados que, a través de su legislación tributaria, han convertido a sus países, en centros de ingresos offshore, que, en el largo plazo, han traído un gran perjuicio a estos países desarrollados, los cuales han perdido su capacidad de recaudar, en este contexto.

Conclusivamente, los países en vías de desarrollo, si bien están sujetos a las disposiciones económicas de los países desarrollados, no deben sentirse limitados en la capacidad de luchar y dignificar su soberanía tributaria, y por el contrario, deben procurar a través de sus respectivos negociadores, ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las mejores condiciones en caso de tener que aprobar e implementar el GMT. No hay que olvidar que el GMT no trae ningún beneficio a los países en vías de desarrollo, siendo que muchos de ellos no tienen ni los recursos para recaudar, ni el `treaty network` para subsanar la doble imposición tributaria, todo lo cual le llevaría a estar en una situación de desventaja frente a los países desarrollados, los cuales verán a costa de los países en vías de desarrollo, en una mejora en la fiscalización y recaudación de los ingresos de las MNEs.

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enero 15, 2024

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